¿Qué tiene que ver el manejo de las hierbas con la valentía? Para Ricola, más de lo que uno creería porque hacemos realidad una idea revolucionaria.

Totalmente nuevo para todo el mundo

"Hay que entender que nunca ha existido nada parecido al Centro de Hierbas. No hay nada comparable, ni siquiera un prototipo". Para Thomas Aeschlimann, (antiguo) director de Producción de Hierbas de Ricola, la historia del Centro de Hierbas es parte de la historia de su vida. Ayudó a planearlo, lo inauguró y lo dirigió durante los primeros diez años. "Podríamos haber creado una fábrica normal, pero queríamos algo que fuera verdaderamente sostenible. Tuvimos que armarnos de valor. Y fue toda una hazaña porque construir un edificio así era algo totalmente nuevo para todos: para Ricola, los arquitectos y los constructores".

Tierra suiza para hierbas suizas

Al entrar al Centro de Hierbas, uno se encuentra en uno de los edificios de arcilla más grandes de Europa. Hasta 2014, nadie había trabajado con arcilla a esta escala. Todo el recinto huele a hierbas aromáticas y mantiene una temperatura fresca muy agradable, incluso en pleno verano. ¡Y no es por el aire acondicionado! El secreto está en los muros de arcilla de 45 cm que mantienen la temperatura interior estable y ayudan a preservar las valiosas hierbas. Toda la arcilla se obtuvo en un lugar cercano. "Con el nuevo Centro de Hierbas, las hierbas de Ricola no solo crecen en tierra suiza suizo, sino que también se almacenan con tierra suiza", afirma Martin Rauch, director de Lehm Ton Erde Baukunst GmbH, la empresa que construyó la fachada de arcilla.

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Centro de hierbas

Se construyó en tan solo 16 meses

"Tardó mucho en planearse el Centro de Hierbas... y poco en construirse", recuerda Lukas Richterich, presidente de Ricola Familienholding AG. El edificio de arcilla se construyó en solo 16 meses, pero su planeación requirió mucho más porque también estaba pensado para centralizar la producción de hierbas de Ricola. "Queríamos lograr dos cosas con el edificio", explica Lukas Richterich. "Para empezar, ahora las hierbas se almacenan, se secan, se cortan, se mezclan y se procesan en un solo lugar. En segundo lugar, con nuestro Centro de Hierbas queremos transmitir de forma verosímil que podemos hacerlo de forma competente y sostenible".

Colaboración con la naturaleza

Más de 100 metros de largo. Casi 30 metros de ancho. 11 metros de alto. Este imponente edificio alberga casi todas las hierbas de todos los caramelos, pero solo tiene ocho empleados. Thomas Aeschlimann es uno de ellos: "Se podría decir que el Centro de Hierbas es el punto de contacto entre Ricola y la naturaleza. Todas las hierbas se entregan al Centro de Hierbas y, desde ahí, coordinamos y gestionamos todo el proceso de cultivo. Garantizamos el suministro y lo planeamos a futuro. La excepcional arquitectura del edificio es un recordatorio constante de que nuestro trabajo es una colaboración con la naturaleza".

Creado por medio del diálogo

La historia del Centro de Hierbas empezó mucho antes de que se hiciera el proyecto. Comenzó con la primera reunión entre Ricola y los jóvenes arquitectos Jacques Herzog y Pierre de Meuron. Fue en 1982, cuando se estaba reconstruyendo la antigua sede central de Ricola. Este proyecto inicial suscitó un diálogo arquitectónico entre las dos empresas, que eran muy diferentes pero que tenían dos importantes puntos en común: ambas eran suizas y ambas eran activas a nivel internacional. En los años siguientes, los arquitectos Herzog & de Meuron realizaron seis proyectos de construcción para Ricola. El nuevo Centro de Hierbas fue el séptimo.

Los expertos ponen la vista en Laufen

Cuando el Centro de Hierbas abrió sus puertas en 2014, la voz se corrió rápidamente en el mundo de la arquitectura: se había construido un asombroso y singular edificio de producción en Laufen, Suiza. Pero no era solo la construcción de arcilla lo que impresionaba, los expertos también estaban maravillados con la armonía de sus formas y funcionalidad. Todo parecía acomodarse a la perfección: la estética, los materiales y la sostenibilidad. El Centro de Hierbas parecía ser resultado de la buena fortuna, comenta la revista de arquitectura Espazium, "pues se encontraron clientes comprometidos, un equipo de arquitectos virtuosos y un emprendedor visionario". (Espazium; 14.01.2015)

Diez años más tarde

El Centro de Hierbas no ha perdido nada de su carisma original. Más bien al contrario, sigue siendo una construcción totalmente radiante, como dijera Pierre de Meuron, uno de los arquitectos. Evidentemente, las inclemencias meteorológicas han pasada factura. El muro oeste del edificio de arcilla ha tenido que ser renovado ligeramente cada cinco años, pero la edificación ha resistido el paso del tiempo, tanto en cuanto a construcción como a funcionalidad. Atrevernos a hacer algo completamente nuevo valió la pena. En palabras del propio Lukas Richterich: "Ricola siempre ha estado conectada con sus orígenes y, al mismo tiempo, tiene una perspectiva vanguardista. Es sostenible y natural, pero también tecnológicamente avanzada e innovadora".

Herb Center Exterior

Todas las hierbas para todos los caramelos se almacenan en un espacio de 3 000 metros cuadrados.

Herb Center Exterior

Los muros se construyeron con 670 bloques de arcilla, cada uno de 4.6 toneladas.

Centro de hierbas

Más de 30 artesanos participaron en la construcción de los muros de tierra apisonada.

Centro de hierbas

Con su diámetro de 5.5 metros, los ventanales dejan pasar la luz a raudales y le aportan un aspecto único.

Centro de hierbas

Los muros de arcilla mantienen una temperatura equilibrada y constante en el Centro de Hierbas.

Herb Center Exterior

Nacido de la tierra, como las hierbas: uno de los edificios de arcilla más grandes de Europa.

Centro de hierbas

Un logro muy aclamado, no solo para Ricola, sino también para el progreso de la arquitectura industrial sostenible.

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