La casa de las hierbas
Ricola y los arquitectos Herzog & de Meuron han colaborado desde principios de la década de los 80 y los resultados de este diálogo inspirador son célebres. Para nosotros, la colaboración continua con Herzog & de Meuron también es una forma de transmitir los valores sobre los que se construye nuestra marca.
Echa un vistazo rápido a nuestra arquitectura corporativa.
1983
Renovación de la sede central:
el principio de una colaboración arquitectónica
En 1951, para la primera ampliación de Ricola compramos un edificio que se usó como iglesia católica y lo convertimos en sede tanto de la producción como de nuestra administración. Treinta años más tarde, el interior dejó de satisfacer las necesidades de nuestra compañía en crecimiento. En 1983, los arquitectos Herzog & de Meuron recibieron el encargo de rediseñar el espacio. ¡Y así comenzó una relación que ha durado décadas!
1985
La renovación de la panadería:
reinterpretamos el legado de nuestra marca
Aquí fue donde todo empezó. Emil Richterich compró la panadería en 1924. En 1940, la convirtió en una pequeña fábrica y empezó a elaborar caramelos herbales. Cuando hubo que renovar el edificio tradicional, Herzog & de Meuron retomaron la estructura original del inmueble. Como sucedía con varios edificios de la localidad, estaba dividido en un granero y un establo por un lado, y una vivienda por el otro, y ambos espacios estaban construidos con materiales diferentes. Saber de dónde venimos forma parte de quiénes somos.
1987
La fábrica de Laufen:
la construcción de una marca
El nuevo edificio de la fábrica de Laufen marcó un momento clave: estábamos en plena expansión y necesitábamos más espacio para procesar y empacar. Construir una fábrica puede ser algo puramente funcional. Sin embargo, para nosotros, también era una cuestión de identidad. Ricola nació en Laufen, así que Herzog & de Meuron utilizaron el valle como inspiración.
Encontraron los pilas de madera de los antiguos aserraderos. Y de ahí partió todo. La fachada del nuevo edificio de nuestra fábrica, protegida contra las inclemencias del tiempo y con ventilación trasera, se estructuró de manera horizontal. Adentro se preparan nuestros caramelos herbales para su distribución, una tarea bastante compleja. Queríamos que el exterior del edificio tuviera un temperamento sencillo, pero también sorprendente. Como la marca que estábamos construyendo.
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1993
El edificio de envasado y distribución de Mulhouse:
apertura
El edificio de Ricola al sur de la localidad de Mulhouse es tanto almacén como fábrica. Tiene una entrada sencilla, un plano flexible y un concepto convincente: recuerda a una caja de cartón colocada en el suelo con las solapas abiertas.
Los techos voladizos de los dos extremos alargados se abren al paisaje, así como la entrada y las zonas de cargabrindando sombra y protección. Un muro de hormigón negro cierra los extremos cortos del edificio. El agua del techo resbala por estos muros y va a parar a un suelo de grava, lo que forma una fina capa de vegetación en las paredes. Así, la naturaleza es protagonista tanto en nuestros productos como en nuestra arquitectura.
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1999
Nuestra colmena:
naturaleza acogedora
Nuestro departamento de marketing, al que denominamos cariñosamente la colmena, necesitaba más espacio para satisfacer las demandas de una empresa en expansión. Eso se tradujo en un nuevo edificio de oficinas con 35 áreas de trabajo y una sala de conferencias, que se construyó en el jardín detrás de la antigua sede. Los arquitectos tuvieron que sacar el máximo partido al angosto terreno. Así, el nuevo edificio de cristal, inspirado en un pabellón con jardín, aportaba transparencia al tiempo que reflejaba la naturaleza circundante. Desde entonces los árboles, arbustos y plantas son parte integral de la sede.
La belleza y la energía del mundo natural nos rodea. Vivir y trabajar en una armonía sostenible con la naturaleza también forma parte de nuestro ADN.
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2014
El Centro de Hierbas de Laufen:
combinar la naturaleza y la arquitectura
Al colaborar con Herzog & de Meuron teníamos la determinación de definir la nueva base de la arquitectura industrial sostenible. Además queríamos lo mejor para nuestras hierbas suizas; es decir, un clima interior natural e idóneo para ellas. Así nació la idea del edificio de arcilla.
Nuestro Centro de Hierbas es la instalación principal para procesar nuestras hierbas y, por eso, integra varias etapas clave bajo un mismo techo. La sinergia entre el diseño espacial y material, en combinación con la producción orientada al ahorro de recursos, maximiza la eficiencia energética de la producción de Ricola. El Centro de Hierbas se ha convertido en referente y fuente de inspiración para arquitectos, ingenieros y especialistas en medio ambiente. Para nosotros, también es una maravillosa expresión de nuestra filosofía corporativa.
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Más información sobre nuestra arquitectura
Descargar la guía arquitectónica “Siete edificios”.
